jueves, 26 de agosto de 2010

Simplemente, SOY...

Esto es lo que soy

Era de noche, en una madrugada fría y desoladora, cuando la joven trató de explicarse a sí misma quien era ella realmente. Todo el mundo diría que la respuesta sería tan sencilla como despertarse por las mañanas o caminar hacia la alacena cuando uno tiene hambre, pero no fue así. La solución a esta ecuación era mucho más compleja.

Reflexionó y pudo deducir que para extraer una hipotesis factible de las miles que cruzaban por su mente, era necesario saber que era lo que le apasionaba en la vida. ¿Por qué esto y no otra cosa?. Sencillamente porque es lo que define la personalidad de cada quién. Parece complicado al principio pero luego tomará sentido.

Una vez tomada esta postura, se detuvo unos segundos y entró el primer pensamiento a su mente: "¿Qué es lo que me apasiona? ¿Qué es aquello que haría sin cansarme?". Fue dificil el inicio de la respuesta ya que nunca se había hecho esta pregunta. Pero al cabo de unos minutos, pudo aclarar su mente y tener un "objeto" aislado: música. Ella reflexionaba: "ya desde niña que tengo este extraño fanatismo. No puedo decir desde que edad exactamente, solo que desde que tengo uso de razón que ame la musica". Era tan complicado asimilar el hecho de que un niño tuviera esa pasión tan intrincada por algo, que la mayoria de sus conocidos nunca le creyeron una sola palabra.

"En ese entonces - pensaba la joven - creo que me gustaba más escuchar y apreciar la belleza de diversos temas musicales que el hecho mismo de hacer música por mi misma". Digamos que la muchacha nunca tuvo gustos musicales normales para su edad. Será porque se crió con un padre fanático de Pink Floyd (y de grupos similares de la época) que sintonizaba la ASPEN para escucharla toda las tardes de los fines de semana, y con una madre que adoraba la radio. Además, a medida que fue creciendo y asimilando esas canciones que se escuchaban en su "hogar dulce hogar", fue adquiriendo un gusto cada vez más acrecentado por todo lo musical.

Puede que gracias a las famosas "cargadas" que le otorgaron sus preciados compañeros de clase a lo largo de su travesía por la educacion primaria, la pequeña niña de ese entonces entendiera que le faltaba algo. Ya no le bastaba con el solo hecho de "escuchar música", necesitaba un modo de expresar lo que pasaba por su mente y sentía su corazón: quería un instrumento para hacer posible ese deseo. Muchos criticaron ese pobre sueño y lo etiquetaban como un capricho para llamar la atención. La chica, haciendo oído sordos a las opiniones, siempre mantuvo la frente en alto y firme en su decisión.

El tema ahora era resolver ¿qué instrumento?. De posibilidades cientas, la chica nunca dudo un segundo: la guitarra sería ese modo de expresarse. Las cuerdas serian la voz de su conciencia y las representantes de su alma.

Estaba en su familia la tradición de que cuando un hijo terminaba la escuela primaria, se le otorgaba algo que deseaba al fin de felicitarlo por su rendimiento escolar anterior. Debe haber sido tal la desesperación de la joven y tan visibles sus ganas de expresarse, que cuando terminó la primaria sus padres le concedieron lo que tanto queria, "una guitarra".

Esos primeros días, los nervios la traicionaron y la concentración bajo rapidamente a un cero rotundo. No entendia nada de nada y era como que ya no deseaba eso. Se parece mucho a un concepto en psicologia general que explica que cuando un individuo concentra la mayor parte de su libido para conseguir el objeto, lo hace porque sabe perfectamente que nunca llegará a obtenerlo; y, en el caso que lo hiciera, ese deseo desaparecerá automáticamente en el mismo momento que se encuentre con dicho objeto.

El tiempo siguio pasando y los adentros de la chica le hicieron creer que eso que habiado querido desde siempre, había sido efectivamente un capricho y se convencio del hecho de que lo único que le producia era aburrimiento. Es el día de hoy que no puede creer como pudo desperdiciar todo un año de esa manera, tocando muy de vez en cuando y no aprendiendo absolutamente nada.

Llego el año siguiente y con él, el último año de secundaria de la joven, quien comenzó a sentirse culpable y un tanto enojada consigo misma por haber dejado en el olvido tanto tiempo lo que ella sabía perfectamente que le gustaba. Casi como un rayo y como una manera de reparar el error del que tanto se arrepentia, comenzó a buscar en internet teoría sobre música y acordes. Practicó y práctico. Practicó hasta que le dolieran los dedos, pero al fin y al cabo estaba dando resultado. Luego de haber aprendido todo lo básico, continuó con la búsqueda de partituras de canciones que escuchaba en la radio, y que por ende le gustaban, y volvió a practicar más y más.

Desde ese entonces, desde esa época tan intensa, la chica no recuerda un sólo día en que no busque la manera de emplear mejor sus manos, como perfeccionar sus técnicas, como solucionar puntos que realiza mal o encontrar en internet partituras de temas musicales que le provocan empatia.

Nunca entendi, la verdad, porque me siento más conforme expresando mi vida en tercera persona. Quizá porque es una manera de verme desde lejos, de observar mi persona desde otro punto de vista, de sacar de adentro mío todas esas cosas que capaz nunca me plantee.

No soy la típica chica de 20 años que tuvo su soñado cumpleaños de quince, es más, este último me hizo dar cuenta que no puedo confiar en nadie y que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de las manos; ni tampoco tuve el esperado viaje de egresados a Bariloche.

Pero creo que el punto aquí es que todo eso se borra de mi cabeza haciendo lo que me apasiona, eso que no me canso de hacer desde hace 5 años: tocar la guitarra.

"Romina Gayoso" es solo una etiqueta, y se puede decir, una persona un tanto extraña, dificil de tratar a veces. Pero nunca utilizaria este nombre para definirme. Pues sería algo hipocrita.

No me creo la gran guitarrista ni mucho menos un gran músico, porque si hay que hacer una lista de los nombres que entran en esta categoria son muy pocos los que entran. Pero cada vez que me siento en cualquier lugar y me veo los cayos en los dedos, me doy cuenta que la música es lo único que me deja entrar en mi propio mundo. Es lo único que me hace olvidar de absolutamente todo y hace a mi mente volar. Es mi terapia, mi compañera, mi vida y mi todo. Si algún dia en la vida me llegarán a preguntar "¿Que es eso material que no te puede faltar en tu vida?" o la tipica consigna de una radio "¿Qué es lo que te llevarias a una isla desierta?", yo contestaria feliz: mi guitarra.

Es lo que soy, ni mucho más ni mucho menos. O quizá sí sea mucho más, porque si la vida no me hubiera dado la oportunidad de ser como soy ahora, sinceramente, no hubiera querido ser otro.

Por Romina Gayoso.

martes, 24 de agosto de 2010

Remedio

Cuando el tiempo agobia, las neuronas no se conectan y el corazón pide huelga, solo hay una solución: NO PIENSES MÁS Y CÁNSATE DE SOÑAR!